La Generación Z parece no tomarse demasiado en serio los efectos de la exposición solar, según un artículo publicado en The New York Times. La Academia Estadounidense de Dermatología determinó en un estudio publicado este mes que el 28% de los jóvenes que tiene entre 18 y 26 años descree que el bronceado excesivo provoque cáncer de piel. Además, el mismo informe detalla que el 37% de los encuestados sólo utiliza protección solar cuando otras personas los presionan. Si bien las muestra es demasiado pequeña para sacar conclusiones representativas de este grupo etario (se encuestaron a 1.000 personas), se trata de una tendencia que preocupa, especialmente en cuanto a la salud dermatológica se refiere.
Los médicos implicados en el sondeo afirman que se han observado estos comportamientos de forma anecdótica entre sus pacientes más jóvenes. Según Melissa Shive, dermatóloga del campus académico de salud UCI Health (Irvine, California), los jóvenes suelen desconocer las consecuencias de los daños solares y tampoco conocen cuáles son las mejores formas de prevenirlos. Además, dijo que observa que cada vez más pacientes acuden de manera despreocupada a las camas solares o cámaras de bronceado. Según la especialista, tanto estos métodos artificiales como la exposición directa al sol transmiten rayos ultravioleta (UV) que dañan la piel.
El artículo de The New York Times destaca que la Generación Z es especialmente susceptible a la desinformación sobre este tema en gran parte debido a los diversos mitos que circulan en la red social TikTok. “El problema de las redes sociales es que nadie verifica los datos que se publican”, observó Ida Orengo, jefa del departamento de dermatología del Baylor College of Medicine de Houston (Texas). Y agregó: “pueden ayudar a difundir información sobre la prevención del cáncer de piel, pero, también, pueden hacer exactamente lo contrario y empeorar las cosas”.
Recomendaciones para el cuidado
1.Buscá la sombra. “Especialmente entre las 10 y las 16: ahí es cuando el sol es más intenso”, refirió Orengo.
2. Usá ropa adecuada. Las remeras mangas largas, los pantalones y las gorras resultan esenciales para evitar las exposiciones accidentales, sobre todo si están hechos de materiales con un factor de protección ultravioleta.
3. Aplicá regularmente protector solar. Los rayos UV dañan la piel aún cuando el cielo esté nublado por lo que los expertos recomiendan cubrir al menos el rostro todos los días. El protector solar ideal tiene al menos un FPS (factor de protección solar) de 30 puntos, y está etiquetado como “de amplio espectro o cobertura”. Se aconseja aplicarlo cada dos horas si se está al aire libre.
4. Revisá tu piel. Es importante acudir a un dermatólogo anualmente para realizar las revisiones necesarias. Prestá especial atención a lunares inusuales, bordes irregulares o colores extraños.